A principios de los años 90 las videoconsolas dieron un importante salto
técnico gracias a la competición de la llamada "generación de 16 bits"
compuesta por la Mega Drive, la Super Nintendo Entertainmet de Nintendo,
la PC Engine de NEC, conocida como Turbografx en occidente y la CPS
Changer de (Capcom).
Junto a ellas también apareció la Neo Geo (SNK) una consola que igualaba
las prestaciones técnicas de un arcade pero demasiado cara para llegar
de forma masiva a los hogares.
Esta generación supuso un importante aumento en la cantidad de jugadores
y la introducción de tecnologías como el CD-ROM, una importante
evolución dentro de los diferentes géneros de videojuegos,
principalmente gracias a las nuevas capacidades técnicas.
Mientras tanto diversas compañías habían comenzado a trabajar en
videojuegos con entornos tridimensionales, principalmente en el campo de
los PC, obteniendo diferentes resultados desde las “2D y media” de Doom,
3D completas de 4D Boxing a las 3D sobre entornos pre-renderizados de
Alone in Dark. Referente a las ya antiguas consolas de 16 bits, su mayor
y último logro se produciría por el SNES mediante la tecnología 3-D de
pre-renderizados de SGI, siendo su máxima expresión juegos como Donkey
Kong Country y Killer Instinct. También surgió el primero juego
poligonal en consola, la competencia de la SNES, Mega-Drive, lanzó el
Virtual Racing, que tuvo un gran éxito ya que marcó un antes y un
después en los juegos 3D en consola.
Rápidamente los videojuegos en 3D fueron ocupando un importante lugar en
el mercado, principalmente gracias a la llamada "generación de 32 bits"
en las videoconsolas: Sony PlayStation y Sega Saturn (principalmente en
Japón); y la “generación de 64 bits” en las videoconsolas: Nintendo 64 y
Atari jaguar. En cuanto a los ordenadores, se crearon las aceleradoras
3D.
La consola de Sony apareció tras un proyecto iniciado con Nintendo
(denominado SNES PlayStation), que consistía en un periférico para SNES
con lector de CD. Al final Nintendo rechazó la propuesta de Sony, puesto
que Sega había desarrollado algo parecido sin tener éxito, y Sony lanzó
independientemente PlayStation.
Por su parte los arcades comenzaron un lento pero imparable declive
según aumentaba el acceso a consolas y ordenadores más potentes.
Por su parte los videojuegos portátiles, producto de las nuevas
tecnologías más poderosas, comenzaron su verdadero auge, uniéndose a la
Game Boy máquinas como la Game Gear (Sega), Linx (Atari) o la Neo Geo
Pocket (SNK), aunque ninguna pudo hacerle frente a la popularidad de la
Game Boy, siendo esta y sus descendientes (Game Boy Pocket, Game Boy
Color, Game Boy Advance, Game Boy Advance SP) las dominadoras del
mercado.
Hacia finales de la década la consola más popular era la PlayStation con
juegos como Final Fantasy VII (Square), Resident Evil (Capcom), Winning
Eleven 4 (Konami), Gran Turismo (Polyphony Digital) y Metal Gear Solid
(konami).
En PC eran muy populares los FPS (juegos de acción en primera persona)
como Quake (id Softare), Unreal (Epic Megagames) o Half-Life (Valve), y
los RTS (juegos de estrategia en tiempo real) como Command & Conquer
(Westwood) o Starcraft (Blizzard). Además, conexiones entre ordenadores
mediante internet facilitaron el juego multijugador, convirtiéndolo en
la opción predilecta de muchos jugadores, y fueron las responsables del
nacimiento de los MMORPG (juegos de rol multijugador online) como Ultima
Online (Origin). Finalmente en 1998 apareció en Japón la Dreamcast
(Sega) y daría comienzo a la “generación de los 128 bits”.